La detección precoz de la disminución auditiva, su diagnóstico e intervención temprana son factores determinantes que pueden evitar o minimizar las consecuencias relacionadas con el lenguaje, habla, pensamiento y proceso de aprendizaje del código lecto-escrito.
En los primeros años de vida la audición y el desarrollo del lenguaje están íntimamente relacionados; los problemas auditivos repercuten directamente en la adquisición y desarrollo del lenguaje tanto comprensivo como expresivo, igualmente en los aspectos psicoafectivos y psicosociales. Es por ello que todo niño debería ser evaluado en los primeros meses de vida y una vez al año en etapa escolar. Actualmente, encontramos menores con diagnósticos tardíos por diversos motivos o por la falta de información; muchos otros sin evaluar a pesar de tener uno o más factores para ser considerado de ALTO RIESGO AUDITIVO.
Como padres, debemos tener en cuenta que existen factores hereditarios, otros que se presentan durante el embarazo, parto o en los primeros meses de vida del bebe.
Si su niño presenta algunos de estos factores de riesgo, debe solicitarle a su pediatra la valoración objetiva por parte de una audiología.
● Antecedentes familiares de disminución auditiva.
● Alteraciones en la nariz, maxilar, boca o fisura, en el labio y/o palatina.
● Bajo peso al nacer menor a 1.500 gr, sufrimiento fetal, parto complicado, retraso en el crecimiento, incompatibilidad de RH.
● Anoxia, hipoxia.
● Infección peri o neonatal, SIDA, toxoplasmosis, sífilis, rubeola, meningitis bacteriana, infección por citomegalovirus y herpes.
● Ventilación mecánica.
● Hiperbilirrubinemia.
● Administración de medicamentos ototóxicos.
● Múltiples episodios de otitis media.
También es importante estar pendiente, si el lenguaje de su niño va evolucionando de forma normal o, por el contrario, se estanca o es excesivamente distraído y presenta alteraciones en el colegio. Hay diferentes tipos y grados de pérdida auditiva, en el caso de leves o moderadas pueden pasar inadvertidas. Por el contrario, si se sospecha que su hijo no oye; debe acudir a su pediatra, el cual le enviará a valoración por audiología y según los resultados, se le realizará interconsulta con otorrinolaringólogo pediatra, quien determinará pruebas oportunas como:
— Otoemisiones acústicas.
— Potenciales evocados auditivos del tallo cerebral.
— Impedanciometría.
— Audiometría tonal infantil.
— Audiometría verbal o logoaudiometría.
Al realizar un análisis de resultados se establecerá la conducta a seguir según cada caso en particular. En muchos países se hace el TAMIZAJE AUDITIVO UNIVERSAL obligatorio cuyo objetivo es identificar y diagnosticar niños con pérdida auditiva a una edad temprana para brindar un tratamiento oportuno y garantizar un desarrollo integral. Lo cual no se practica por ley en nuestro país.
FUENTE:https://www.harkercentropediatrico.com